Pobreza
Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
A nivel mundial, el número de personas que viven en situación de extrema pobreza disminuyó desde un 36 % en 1990 hasta un 10 % en 2015. No obstante, el ritmo al que se produce este cambio está disminuyendo, y la crisis de la COVID-19 pone en riesgo décadas de progreso en la lucha contra la pobreza. Una nueva investigación publicada por el Instituto Mundial de Investigaciones de Economía del Desarrollo de la Universidad de las Naciones Unidas advierte de que las consecuencias económicas de la pandemia mundial podrían incrementar la pobreza en todo el mundo hasta llegar a afectar a 500 millones de personas más, o lo que es lo mismo, a un 8 % más de la población total mundial. Esta sería la primera vez que la pobreza aumente en todo el mundo en 30 años, desde 1990.
Más de 700 millones de personas, o el 10 % de la población mundial, aún vive en situación de extrema pobreza a día de hoy, con dificultades para satisfacer las necesidades más básicas, como la salud, la educación y el acceso a agua y saneamiento, por nombrar algunas. La mayoría de las personas que viven con menos de 1,90 dólares al día viven en el África subsahariana. En todo el mundo, los índices de pobreza en las áreas rurales son del 17,2 %; más del triple de los mismos índices para las áreas urbanas.
Para los que trabajan, su puesto de trabajo no les garantiza una vida digna. De hecho, el 8 % de los trabajadores de todo el mundo, y sus familias, vivían en situación de extrema pobreza en 2018. Uno de cada cinco niños vive en situación de extrema pobreza. Garantizar la protección social de todos los niños y otros grupos vulnerables resulta crucial para reducir la pobreza.
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/poverty/
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POBREZA Y DERECHOS HUMANOS
Dentro de la propuesta general del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, el análisis de la relación existente entre pobreza y derechos humanos radica en “contribuir a fortalecer sistemas políticos en que la norma sea que los individuos y grupos humanos, por una parte, puedan participar en la definición y ejercicio del poder político y cuenten con la posibilidad real de ejercer sus derechos humanos, y que los gobiernos, por la otra, satisfagan adecuadamente las necesidades de su población y respondan a sus demandas, disminuyan la pobreza y las desigualdades sociales, y trabajen efectivamente con apropiaciones presupuestarias suficientes, reduciendo así la desigualdad que hoy por hoy es la afrenta más grave a los derechos fundamentales” [4]
En la publicación citada[5], el actual Director Ejecutivo del IIDH, Roberto Cuéllar, basado en el análisis de varios autores, elabora cuatro categorías y doce significados del concepto de pobreza[6]:
Por su parte Byron Barillas (2010), en su publicación Pobreza: El rostro pálido de los derechos humanos, se centra en “Desarrollar una investigación a partir del periodismo investigativo que permita (…) hacer una primera aproximación a una tipología de categorías de pobreza y sus vínculos con los derechos humanos (…)”[7], por lo que el autor, a instancias de una recreación de los conceptos de pobreza identificados desde el IIDH y tomando en cuenta elementos definitorios del concepto formulado por el Comité DESC de Naciones Unidas, propone 4 tipos de pobreza:
- Pobreza por precariedad
- Pobreza por exclusión o exclusión por pobreza
- Pobreza por discriminación cultural
- Pobreza por desigualdad de género
Por simple definición, la precariedad está referida a falta de los recursos y medios económicos suficientes (ingresos)[8]. Se entiende por lo mismo que esa precariedad es material y propicia pobreza porque impide a las personas o familias adquirir los bienes de consumo necesarios para vivir dignamente. Los bienes agrupados bajo ese paraguas son especialmente, alimentación, vestido y vivienda, aunque la definición más amplia incluye la adquisición de servicios básicos.[9]
Pobreza por exclusión o exclusión por pobreza:
Se configura por la privación de servicios públicos básicos (especialmente educación, salud, disposición de agua potable y energía eléctrica) cuya negación o imposibilidad de acceso, regularmente articulada a la precariedad e incluso independiente de ella, interviene como fuente de pobreza y extrema pobreza o la perpetúa.
Valga denotar, que no es lo mismo exclusión por pobreza, que pobreza por exclusión. En la primera figura se trata de personas o grupos de pobres que son excluidos de algún beneficio del que otros gozan, por el hecho de ser pobres. En la segunda figura, la pobreza es una consecuencia de la exclusión, es decir, en donde la exclusión sistemática de beneficios o servicios públicos para las personas (regularmente grandes contingentes) conduce paulatinamente a su empobrecimiento y de ese modo, produce violaciones a una serie de derechos básicos y fundamentales.
Parece traslucirse que las manifestaciones de pobreza en términos de ´precariedad y por exclusión´, se diseminan como estructuras vivenciales de opresión institucionalizada, siendo pues, de corte estructural; toda vez provienen de las pocas oportunidades o no acceso al empleo que padecen grandes contingentes de población dentro del sistema económico y los servicios públicos que el Estado tiene el deber de proporcionar como parte de su función social para aminorar las desigualdades creadas por la relaciones productivas y el mercado. Por sus características, dichos conceptos son infalibles para la comprensión de los otros conceptos específicos que se proponen y como tales urden su construcción.[10]
Pobreza por discriminación cultural:
Parte de la premisa, que la discriminación opera como un factor que otorga singularidad a la impronta que conlleva el ejercicio de derechos colectivos (usualmente en América Latina se cifran en poblaciones indígenas y afrodescendientes) y es concomitante ante todo de la exclusión. Aunque no es la única repercusión, la discriminación étnico-cultural repercute en pobreza, toda vez, la condición de pueblo culturalmente diferenciado en lugar de propiciar una atención especial del Estado, por la vulnerabilidad que tal condición supone, lo expone a la invisibilización ante el poder de la cultura dominante, a la marginación del desarrollo y la participación política democrática. La marginación de los beneficios y servicios públicos, son las principales variables que materialmente producen o acentúan el estado de pobreza de estas poblaciones, en donde se conjuga discriminación con exclusión.
Debe acotarse que en el terreno de los derechos humanos, este concepto tiene implicaciones prácticas para apelar a su justiciabilidad, se sabe o percibe en múltiples ocasiones que la exclusión dimana de medidas o comportamientos institucionales discriminatorios, pero es relación es fácil de demostrar.[11]
Pobreza por desigualdad de género:
Con la categoría de género comenzó a explicarse cómo la diferencia biológica se convierte en desigualdad económica, social y política, entre hombres y mujeres[12]. Se asume entonces, que el género es una forma primaria de relaciones significantes de poder… dado que su construcción propicia una distribución desigual de conocimientos, propiedad e ingresos, responsabilidades y derechos entre mujeres y hombres, el género estructura unas relaciones asimétricas de poder entre ambos (Young, Scott y otras)[13]. Lo otro a destacar de esas relaciones asimétricas de poder, es que se atribuyen como derivaciones de acuerdos institucionales gestados en instituciones sociales como el hogar, el mercado, el Estado y la comunidad, los cuales proporcionan a los hombres, más que a las mujeres, una mayor capacidad para movilizar reglas y recursos institucionales que promuevan y defiendan sus propios intereses (Naila Caber, 1994)[14].
Se postula entonces, que la institucionalización de esas asimetrías deviene en pobreza para aquellas mujeres ubicadas en empleos u subempleos de muy bajo ingreso, como es el caso del grueso de mujeres insertas en el sector informal, que en su mayoría son jefas de hogar y cargan con la responsabilidad económica familiar, desigualdad que interviene como agravante de su precariedad material y a la cual se suman dispositivos de exclusión institucionalizados para mujeres y hombres de ese sector laboral
https://www.iidh.ed.cr/multic/pobreza_y_derechos_humanos_.aspx?contenidoid=25183de7-e258-4a9c-9ac4-b67b211a3eb9#:~:text=CATEGOR%C3%8DAS%20DE%20POBREZA,-En%20la%20publicaci%C3%B3n&text=Pobreza%20por%20precariedad,Pobreza%20por%20desigualdad%20de%20g%C3%A9nero
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